INTENTO DE HOMICIDIO DEBIDO A LA PUNTA DE UN CEPILLO
Corría la primera semana del tercer mes del año, era una noche fría y húmeda, la niebla cubría la calle del señor Martínez, el cual era un señor de estatura media, fuerte y con mucho vello.
Él salía diariamente a las doce en punto de la madrugada a barrer la puerta de su casa. Un día escuchó un sonido dentro del arbusto que estaba situado en la entrada "cri cri", el señor se asombro pero no hizo caso. Al día siguiente barriendo otra vez volvió a escuchar el sonido "cri cri" Martínez se empezó a extrañar y pensó que podía ser. Al tercer día volvió a sonar "cri cri", Martínez se puso muy nervioso y decidió golpear ligeramente el arbusto con el cepillo de la escoba, de repente cayó al suelo un grillo. Un insecto pequeñito el cual hacía el ruido, accidentalmente le había golpeado y no se movía. Martínez se puso muy triste pensando que el grillo había muerto y milagrosamente el insecto volvió a cantar "cri cri". Arrepentido cogió al bello grillo y lo volvió a poner en el arbusto.
Ahora, todos los días que sale a barrer, espera escuchar el "cri cri" de su amigo el grillo.
Mario, muy chula tu historia de Los Pitufos pitufeando. Me hubiera gustado que hubieras hecho el cómic sobre mi noticia. ¡OJO! Ten cuidado con las tildes y las mayúsculas.
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